Nueva Sanación Emocional

En el pasado la terapia psicológica equivalía a «estar loco». Había resistencia en cuanto a acercarse a un consultorio para ser paciente. Por otro lado el iniciar una terapia era igual a nunca terminarla, de hecho los creadores del psicoanálisis declararon que debía ser para toda la vida.

Ahora estamos en el otro extremo, han surgido ofertas accesibles tanto en lo económico como en las metodologías, inclusive en cuanto a la duración del proceso.

De todas las investigaciones del pasado se ha hecho una síntesis, se les han designado nombres nuevos y hay una sobre-capacitación y consecuentemente una sobre-población de terapeutas.

A la vez hay una reconciliación con la sabiduría del pasado y para no abundar mucho solo comento la incorporación de la Astrología y la Radiónica al aprovechamiento de la terapia psicológica, lo cual hace más atinada la ayuda de parte del facilitador hacia su atendido. De hecho antes del psicoanálisis no había de otra opción.

Se le ha quitado la barrera de la rigidez y el absolutismo de parte del Terapeuta y se han abierto las compuertas del inconsciente gracias a la confianza y relajación ambiental de parte del asesorado.

Se han vencido muchos miedos en relación a las consecuencias y la responsabilidad de abrir la caja de pandora de cada asistido, pero obviamente ha proliferado la experimentación de parte de terapeutas emergentes.

Cada paciente deberá asumir su elección, que seguramente equivaldrá a encontrar su espejo, su estructura inconsciente es capaz de encontrar en su terapeuta a su propio reflejo, obedeciendo a un movimiento universal no disponible a la inteligencia humana.

Arturo Ruiz.