La Meditación Cabalista

Hay infinidad de opciones para meditar en base a la Cábala…!

Pero hay una en particular que abre la posibilidad de transcender el código binario de nuestro cerebro.

Así como nosotros visualizando podemos manifestar después lo visualizado, antes de nacer como seres humanos visualizamos este cuerpo que nos pertenece y que nos sirve de vehículo para este escenario llamado «planeta tierra».

La meditación consiste en volver a ser el Ser que manifestó a este cuerpo físico. Obviamente ese Ser previo estaba en un nivel de manifestación «no físico» y menos limitado.

No hemos dejado de ser nuestro manifestador previo, él mismo es una manifestación de un Ser previo el cual seguimos siendo también, por lo tanto tenemos presencia en estados de manifestación previos.

Hasta que volvemos a ser el Manifestador Cero, el Creador de todo lo que es, el inmanifestado y a lo cual los grandes místicos llaman «La Iluminación».

Ahí no hay tiempo ni espacio, no hay juicio ni polaridad, solo hay poder absoluto y es el final de todo tipo de Meditación.

Ante esta experiencia cada cultura reacciona de manera diferente, algunos convierten a este Ser en líder espiritual, algunas líneas tibetanas regresan al Iluminado a su casa a vivir con sus Padres de nuevo para que aterrice y no pierda su origen y punto de partida, etc.

La persona que logra ese objetivo se mete en un laberinto donde la congruencia lo obliga a encontrar la salida.

Debiera ese Ser distinguirse en su manera sabia de vivir la vida y de llevar la relación con los demás de manera más congruente.

Y obviamente iluminar con amor el contexto en el que vive, pues el Manifestador Cero parece que está interesado en disminuir o desaparecer el sufrimiento en cada rincón de la manifestación en la que estamos.

Algunos aseguran que hay planetas donde los milagros son gratis, está de sobra decir que los terrícolas lo deseamos aún.

Arturo Ruiz.